La menopausia es una etapa natural en la vida de las mujeres ¿pero sabías que también puede estar relacionada con el dolor lumbar? En este artículo exploraremos juntas cómo la menopausia influye en este tipo de dolor.
Para empezar, debemos entender que la menopausia trae consigo una serie de cambios en el cuerpo, siendo uno de ellos una mayor susceptibilidad a los dolores musculoesqueléticos.
Ya que las mujeres vivimos alrededor de un tercio de nuestras vidas en menopausia y post menopausia, y que se ha visto que entre el 50 y el 80% de las mujeres perimenopáusicas experimentará dolor lumbar, me ha parecido necesario hacer este artículo para que exploremos juntas cómo la menopausia puede contribuir al dolor lumbar, porque pienso que entender estas conexiones puede ser el primer paso hacia el alivio.
Entendiendo el impacto de la Disminución de Estrógenos en el Colágeno y la Estructura Musculoesquelética
Durante la menopausia y perimenopausia, los niveles de estrógenos disminuyen, lo que puede tener un efecto sorprendente en la calidad de tus músculos ligamentos y tendones.
El descenso de los niveles de estrógeno va a desencadenar cambios en la producción y calidad del colágeno en el cuerpo.
Debemos saber que el colágeno (un componente esencial de la piel, músculos, tendones y ligamentos) juega un papel crucial en la salud y calidad de nuestros tejidos.
Al disminuir los estrógenos va a disminuir la calidad y cantidad del colágeno que producimos. Esto va a afectar la integridad de los tejidos, es decir, nuestros músculos, tendones, ligamentos y discos intervertebrales van a ser de peor calidad, lo que va a contribuir a la aparición de dolor lumbar.
Para que lo entendamos mejor, igual que la menor concentración de colágeno favorece la flacidez y la aparición de arrugas en nuestra piel, ese descenso en la producción de colágeno va a hacer que la calidad de nuestros músculos, tendones, ligamentos y demás estructuras decrezca y que los discos intervertebrales envejezcan más fácilmente, favoreciendo su deshidratación y la aparición de protusiones y hernias.
Esta es una de las causas de la mayor incidencia de dolor de espalda entre mujeres menopáusicas y perimenopáusicas.. Los estudios han demostrado mayor degeneración discal lumbar en mujeres con bajos niveles de estrógenos (es decir, menopáusicas y perimenopáusicas) cuando se comparan con hombre de una edad similar.
Redistribución de la Grasa y Cambios en la Postura
Otro factor que influye en el dolor lumbar durante la menopausia es la redistribución de la grasa corporal.
A medida que los niveles de estrógeno disminuyen nuestro metabolismo se enlentece, y no sólo eso, la grasa ya no va a tender a acumularse en nuestras piernas, ahora tenderá a acumularse en la zona abdominal, alterando nuestro centro de gravedad.
Esta redistribución puede desencadenar cambios en la postura y al aumentar de peso también aumenta la presión sobre la columna lumbar, sometiendo a un estrés adicional a nuestros discos y demás estructuras vertebrales, lo que va a contribuir al dolor.
Relación entre la Calidad del Sueño y el Dolor Lumbar
La calidad del sueño también juega un papel fundamental en la salud de la columna durante la menopausia.
La hormona del crecimiento, responsable principal de la reparación de los tejidos, se produce principalmente durante el sueño nocturno.
Está demostrado que la calidad del sueño empeora durante la menopausia y esto va a interferir con la capacidad del cuerpo para reparar los tejidos dañados, incluyendo los músculos de la espalda.
Además, la falta de sueño puede aumentar la tensión muscular y el dolor lumbar ya que durante el sueño los músculos se relajan, la falta de sueño hará que os músculos estén más tensionados durante todo el día.
Pérdida de Fuerza Muscular en la Menopausia
Durante la menopausia la pérdida de fuerza (que comenzó cuando teníamos 35 años aprox.) se acelera a un ritmo vertiginoso, esa pérdida de fuerza se produce también en los músculos estabilizadores de nuestra columna, que no van a poder controlar con la misma precisión de antes el movimiento de nuestras vértebras, haciendo más fácil que nos lesionemos.
En resumen, como hemos podido ver, la menopausia nos afecta en varios aspectos que van a favorecer que aparezca el dolor lumbar, lo bueno es que, al tenerlos identificados, podemos trabajar en ellos. Aquí en H2U tenemos en cuenta todos estos factores y muchos más, por ello, si quieres que te ayudemos no dudes en consultarnos tu caso.